Voy
a contar la historia más triste de amor que en mi vida la vi. Todo
comenzó una tarde de octubre de 2009, cuando una pareja de desconocidos,
inesperadamente, cruzaron sus miradas. él sabía que había visto los
ojos más hermosos nunca antes jamás vistos. La invitó a salir y en una
cena muy formal él decidió que no tenía que decirle la verdad. No por
malo ni cruel, sino por probar sus labios sabor a miel. Luego, cuando
todo parecía que no iba a ser nada más, ella le dijo que a su casa no
quería llegar. Él no sabía cómo interpretar ese comentario, pues su aún
existente inocencia le dijo lo contrario. Hasta que en un acto atrevido
de su parte, el no esperó ni un instante, para llevarla a un lugar muy
aparte. Él se arriesgó a darle un beso y en realidad obtuvo más que eso,
pues el joven sintió como ella se estremeció cuando sus manos tocaron
su cuerpo por primera vez. Hasta ese momento, él no supo lo que iba a
pasar, pues insisto, su extinta inocencia no sabía a dónde más tenía que
llegar.
Todo
pasó tan rápido y en un solo día, ya que él dijo: “nunca antes pensé
que la iba a hacer mía”. Y ya, cuando a aquel único motel de esa pequeña
ciudad ellos llegaron, sin pensarlo dos veces él decidió hacerle el
amor como nunca antes él lo había hecho con nadie. Él sintió que ella
estaba muy nerviosa, pues parecía que ella nunca antes lo había hecho, y
hasta ese momento él no comprendía que ella sentía más que una simple
atracción por él. Luego cuando todo acabó, él joven sabía que tenía que
marcharse, y ella en un suspiro le preguntó en qué iban a quedar los
dos. Realmente el joven se sorprendió puesto que él nunca imaginó que
ella quería una relación. Él solo supo decirle que serían amigovios, y
ahora él sabe que tenía que haberle dicho: “Novios”.
Luego
el tiempo pasó y él solo quería hacerle el amor, pues su cuerpo comenzó
a necesitar de su calor. Fueron varias veces las que dejando su
trabajo, él iba en su búsqueda. Hasta que en uno de sus encuentros, ella
le contó una de sus verdades. Ya antes había tenido un matrimonio. Él
se dijo a sí mismo en ese momento: “Ella quiere sincerarse conmigo”,
pues se la notaba que quería algo más que un disque amigo. Él no le dijo
nada, ya que él que también tenía un secreto que guardaba. Hasta que en
uno de sus varios encuentros, ella su secreto descubrió, le preguntó si
es verdad que él estaba casado y tenía un hijo. Él no pudo negárselo y
ella no pudo ocultar su decepción también. Sin embargo, ellos seguían
frecuentando sus encuentros, ya que sus cuerpos necesitaban el uno del
otro.
Hasta
que ella le dijo que con otro hombre empezó una relación, tal vez por
desquitarse, o quién sabe porque, ya que él hasta ahora no lo entiende
y, la verdad, es que al joven tampoco le interesó mucho eso en aquel
tiempo. Y desde aquel momento la pareja comenzó a distanciarse de a
poco.
Pero
todo cambió cuando luego de un par de semanas una noticia ella le dio.
Estaba embarazada y una nueva vida comenzó. Él le dijo que tenga mucha
suerte y bendiciones le dio. Pero, qué ironía, él nunca pensó que
justamente ella fuera el amor de su vida. Dicen que no hay más ciego que
el que no quiere ver, y ya en ese tiempo él no pensaba que la iba a
volver a ver.
Al
cabo de 9 meses, él recibió una llamada inesperada una tarde de enero,
era ella con la noticia de que había nacido su pequeño. Había ya dado a
luz y le contó que fue de mucho riesgo, que inclusive hasta la muerte
ella no la vio muy lejos. El joven en ese instante agradeció a Dios por
haberla cuidado, porque en el fondo él comenzó a descubrir que se había
enamorado.
No
pasaron muchos meses hasta que se volvieron a ver y nuevamente comenzó
el romance, tanto que él no podía creer. Él nunca fue sincero con sus
sentimientos hacia ella, ya que pensó que era inútil profesarle amor,
por más que la vio más bella. Luego sucedió lo inexplicable, un día él
la llamo y le dijo que la amaba. Supongo que la venda que él llevaba se
cayó y su corazón se sinceraba. Era obvio que ella no le iba a creer, ya
que todo lo que él le dijo fue después de beber.
Al
siguiente día ella le llamó y le dijo que le repitiera todo lo que él
le dijo la noche anterior, y sí, el lo hizo, se lo dijo: “Te amo” y
desde entonces la vida del joven cambió, ya que no es el mismo sin ella.
Cada encuentro clandestino que ellos tenían para él era como un sueño
maravilloso del que uno jamás quiere despertar. A él no le importó nada
con tal de siempre estar con ella, arriesgó todo y se jugó el todo por
el todo. Él cada vez se fue aferrando más al amor y a la pasión de la
joven, al punto de él creerse el único dueño de su vida y de su amor.
Todo era como tocar el cielo para este par de locos enamorados.
Hasta
que un día por casualidad repentinamente ella se presentó con su marido
en el bar donde él joven estaba. Hasta ese momento él no supo cuán
estúpido fue al dejarla ir en el momento que la tenía solo para él. Es
que el no puede hasta ahora concebir la idea que ella este con otro.
Pero
tampoco le importó eso y cada vez fueron más frecuentes sus encuentros,
hasta que irónicamente un 14 de febrero del 2012, la última vez que
estuvieron juntos, ella le pidió que le vaya a ver a su ciudad, a 300
kilómetros de distancia, 7 horas de viaje y a él sin importarle nada
partió en busca de su amada, pero él no se esperó la sorpresa de que
ella iba a salir con su hijo. Y cuando ya se embarcaron en el automóvil,
ella le dio al niño para que lo tenga, y el joven sintió algo muy
especial y profundo al tenerlo en sus brazos, pues todo parecía que lo
que ella le dijo una vez fue cierto, el niño fue el fruto del amor y la
pasión que ella le entregaba al joven antes de decidir unirse con otro
hombre, aunque ella nunca se lo dijo a tiempo y eso marcó notablemente
el destino de esta pareja que a pesar del tiempo y la distancia, ese
amor puro y sincero no ha dejado de palpitar ni un solo instante.
El
joven disfruto mucho ese hermoso pero muy corto lapso que pudo
compartir con ella y el niño como si fueran una familia de verdad. Sin
embargo el tiempo cruel sigue transcurriendo y él no pierde la fe de que
llegue el día en que ese loco amor que un día nació de la pasión que
los dos se entregaron sea una realidad en sus vidas.
Es
por eso que el joven no puede decir “¡Adiós!”, porque su alma y su
corazón están allá con ella, y él sabe que vivirán solo para amar a esa
mujer sublime llamada Lucy. Mientras tanto él tendrá que soportar su
vida llena de infelicidad y dolor al no volver a verla. La verdad de
toda esta historia es que ese joven infeliz soy yo, Diego, y creo que
siempre estuve enamorado de ella, pero había dudas que no me permitían
amarla de lleno.
Ahora
en todo este dolor me queda el consuelo de que ella me ama y me desea
tanto como yo a ella. Nuestros corazones son uno solo y eso es lo que me
hace sentir que algún día tendré que estar junto a ella para siempre.
Finalmente,
sé que esta triste historia de amor pasará a ser la historias más
hermosa porque cuando el amor es verdadero puede con todo. El tiempo y
la distancia no serán barreras para que un día lleguemos a caminar
juntos de la mano y decirnos que nos amamos sin miedo a que el mundo nos
reproche nada. Y cuando eso suceda, el final de esta historia será
cuando lleguemos al altar juntos como ella y yo lo soñamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario